Fernando Callero viene arrimando su marca de agua, amable oleaje, desde hace rato ya. En novelitas y relatos [El espíritu del joven Borja (Bajo la luna), el alucinante Diarios de viaje. Bolivia-Perú-Ecuador (Erizo editora)] y en fabulosos libros de poesía diseminados por el litoral de la mente. En su escritura plena, -a veces cáscara, a veces nutricia albúmina- peripecia e invención lingüística ponen a trabajar la laminita vibrátil del afecto: una irradiación de luz pringosa, como esos grumos de sandía que un pájaro distribuye desde la tapa de este libro fundamental y hermoso, amorosamente editado por Iván Rosado. Recomendamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario